Gracias a una sentencia del Tribunal Europeo, el
Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas reconoce en un acuerdo el
pleno derecho de los empleados públicos que los padres puedan hacer uso del
permiso de lactancia, trabaje la madre por cuenta ajena o no. Y abre la
puerta a que esta interpretación se extienda a todos los asalariados.
En resumen, la interpretación del art. 48 f) del EBEP sería la
siguiente:
- El permiso de lactancia puede ser ejercido indistintamente por el funcionario o la funcionaria. No obstante, sólo podrá ser ejercido por uno de los progenitores en el caso de que ambos trabajen.
- El permiso de lactancia es único para cada hijo y solo uno de los progenitores puede disfrutar de la totalidad del permiso, sin que quepa su disfrute simultáneo o compartido.
- El permiso de lactancia es un tiempo de cuidado destinado a la alimentación y cuidado del menor que se podrá disfrutar únicamente a partir de la finalización del permiso por parto, o una vez que, desde el nacimiento del menor, haya transcurrido un tiempo equivalente al que comprende el permiso por parto.
- El permiso de lactancia podrá disfrutarse, en los términos y con la duración máxima prevista en el citado precepto, bien como una reducción diaria de la jornada, bien como un permiso que acumule en jornadas completas el tiempo correspondiente.
En el caso en que se acumule en jornadas
completas, el permiso resultante tendrá siempre la misma duración máxima con
independencia de que sea disfrutado por el funcionario o funcionaria.
El permiso acumulado en jornadas completas deberá
de disfrutarse inmediatamente después de que finalice el permiso por parto o
una vez que, desde el nacimiento del menor, haya transcurrido un tiempo
equivalente al que comprende el permiso por parto.
Excepcionalmente, atendiendo a circunstancias
debidamente acreditadas de necesidades del cuidado del menor, se podrá
conceder dicho permiso en un momento posterior a la finalización del permiso
por parto, únicamente por el tiempo que reste hasta el cumplimiento de
los doce meses de vida del menor.